

URBANIZACION “EL REAL DE LAS ERAS”
Este es quizá uno de los proyectos de los que más orgulloso me siento de mi época de Alcalde de nuestro pueblo.
Desde que nos hicimos cargo del gobierno municipal, en el año 1987. Entre otras muchas, una de nuestras principales preocupaciones, era dotar a nuestro municipio de viviendas de protección oficial, ya que había varias familias que carecían de lo más elemental (una vivienda donde cobijarse) y su muy mala situación económica jamás les hubiera permitido el acceso a una vivienda digna. Por otro lado y debido a la gran emigración que sufrió nuestro municipio en la década de los sesenta y setenta (cuando muchos vecinos se vieron obligados a malvender sus casas y emigrar para poder sobrevivir), ahora no podían volver a su pueblo, ni tan siquiera de vacaciones, bien por haber vendido su casa o porque la vivienda familiar se quedaba muy pequeña debido al aumento natural de las familias.
Motivo este, por el que reiteradamente año tras año, solicitamos de la Junta de Extremadura la construcción de estas viviendas, pero por unos u otros motivos “el principal sin duda, por ser de color e ideología política diferente al gobierno de la Junta”. Esas solicitudes, jamás fueron atendidas. Lo único que conseguimos es que mediante Diputación Provincial, Urbanismo y la propia Junta de Extremadura, nos autorizaran a ampliar el casco urbano, pasando a ser el terreno conocido como el prado, urbanizable.
A partir de ese momento intenté mediante los constructores de la localidad, el que ellos mismos promovieran la construcción de una vivienda piloto y si se vendía seguir haciendo más, pero lo cierto es que ninguno creyó en el proyecto y se negaron a llevarlo a cabo. Al final encontré a un promotor privado que a pesar de sus muchas dudas sobre la viabilidad del proyecto, lo llevamos adelante.
Nuestro Ayuntamiento, “como siempre”, no disponía de presupuesto alguno para la urbanización del Prado, por lo que el acuerdo que propuse y fue aprobado por el Pleno, fue el siguiente.
1º. El Ayuntamiento solo cedía al promotor los terrenos conocidos como El Prado sin que ello conllevara gasto alguno para las arcas municipales y el promotor debería correr con todos los gastos de la urbanización con todo lo que ello conlleva, Acerado, agua limpia y sucia, alumbrado público, pavimentación etc. Y una vez urbanizado, ceder al Ayuntamiento la propiedad de las calles, como así se efectuó.
2º. En las dos primeras calles, solo se podrían construir viviendas de protección oficial o autopromoción y las mismas solo podrían ser adquiridas por vecinos de nuestro pueblo, quedando la tercera calle libre para que el promotor pudiera vender los solares para resarcirse de la inversión de la urbanización, a pesar de lo cual, aun en la tercera calle, se construyeron cinco viviendas de protección oficial.
3º. Se obligaba el promotor a que las viviendas las construyeran empresas de la localidad y que si alguno de los compradores estaba en paro, podía trabajar en la construcción de su vivienda (acuerdo que se cumplió en todos sus términos).
4º- Dejar como propiedad del Ayuntamiento un solar para la futura construcción de una residencia para la tercera edad (que finalmente se construyeron las nuevas escuelas).
El resultado de todo esto, fue la construcción de cincuenta y tres viviendas, de las cuales treinta y cinco son de protección oficial y el resto auto promovidas por sus propios propietarios.
Las viviendas cuentan todas ellas con un solar de 260 metros cuadrados, tienen 110 metros construidos, un garaje de 30 metros y patio delantero/trasero. Y todas ellas (las vendidas por el promotor) su importe fue de siete millones de pesetas aproximadamente, de los cuales en la mayoría de los casos se consiguió una subvención de 1.200.000 pesetas y el resto a pagar en una hipoteca a veinticinco años, (unas veintisiete mil pesetas mensuales). El resto de las viviendas construidas, su precio ha sido el pactado entre propietario y constructor, como es normal y lógico.
Termino, como comenzaba al principio, este ha sido uno de los proyectos realizados de los que más orgulloso me siento de los dieciséis años en que fui Alcalde de nuestro pueblo, a pesar de las muchas críticas que hubo, hay y habrá sobre la construcción de esta urbanización. Sin ninguna duda volvería a hacerlo.
Este es quizá uno de los proyectos de los que más orgulloso me siento de mi época de Alcalde de nuestro pueblo.
Desde que nos hicimos cargo del gobierno municipal, en el año 1987. Entre otras muchas, una de nuestras principales preocupaciones, era dotar a nuestro municipio de viviendas de protección oficial, ya que había varias familias que carecían de lo más elemental (una vivienda donde cobijarse) y su muy mala situación económica jamás les hubiera permitido el acceso a una vivienda digna. Por otro lado y debido a la gran emigración que sufrió nuestro municipio en la década de los sesenta y setenta (cuando muchos vecinos se vieron obligados a malvender sus casas y emigrar para poder sobrevivir), ahora no podían volver a su pueblo, ni tan siquiera de vacaciones, bien por haber vendido su casa o porque la vivienda familiar se quedaba muy pequeña debido al aumento natural de las familias.
Motivo este, por el que reiteradamente año tras año, solicitamos de la Junta de Extremadura la construcción de estas viviendas, pero por unos u otros motivos “el principal sin duda, por ser de color e ideología política diferente al gobierno de la Junta”. Esas solicitudes, jamás fueron atendidas. Lo único que conseguimos es que mediante Diputación Provincial, Urbanismo y la propia Junta de Extremadura, nos autorizaran a ampliar el casco urbano, pasando a ser el terreno conocido como el prado, urbanizable.
A partir de ese momento intenté mediante los constructores de la localidad, el que ellos mismos promovieran la construcción de una vivienda piloto y si se vendía seguir haciendo más, pero lo cierto es que ninguno creyó en el proyecto y se negaron a llevarlo a cabo. Al final encontré a un promotor privado que a pesar de sus muchas dudas sobre la viabilidad del proyecto, lo llevamos adelante.
Nuestro Ayuntamiento, “como siempre”, no disponía de presupuesto alguno para la urbanización del Prado, por lo que el acuerdo que propuse y fue aprobado por el Pleno, fue el siguiente.
1º. El Ayuntamiento solo cedía al promotor los terrenos conocidos como El Prado sin que ello conllevara gasto alguno para las arcas municipales y el promotor debería correr con todos los gastos de la urbanización con todo lo que ello conlleva, Acerado, agua limpia y sucia, alumbrado público, pavimentación etc. Y una vez urbanizado, ceder al Ayuntamiento la propiedad de las calles, como así se efectuó.
2º. En las dos primeras calles, solo se podrían construir viviendas de protección oficial o autopromoción y las mismas solo podrían ser adquiridas por vecinos de nuestro pueblo, quedando la tercera calle libre para que el promotor pudiera vender los solares para resarcirse de la inversión de la urbanización, a pesar de lo cual, aun en la tercera calle, se construyeron cinco viviendas de protección oficial.
3º. Se obligaba el promotor a que las viviendas las construyeran empresas de la localidad y que si alguno de los compradores estaba en paro, podía trabajar en la construcción de su vivienda (acuerdo que se cumplió en todos sus términos).
4º- Dejar como propiedad del Ayuntamiento un solar para la futura construcción de una residencia para la tercera edad (que finalmente se construyeron las nuevas escuelas).
El resultado de todo esto, fue la construcción de cincuenta y tres viviendas, de las cuales treinta y cinco son de protección oficial y el resto auto promovidas por sus propios propietarios.
Las viviendas cuentan todas ellas con un solar de 260 metros cuadrados, tienen 110 metros construidos, un garaje de 30 metros y patio delantero/trasero. Y todas ellas (las vendidas por el promotor) su importe fue de siete millones de pesetas aproximadamente, de los cuales en la mayoría de los casos se consiguió una subvención de 1.200.000 pesetas y el resto a pagar en una hipoteca a veinticinco años, (unas veintisiete mil pesetas mensuales). El resto de las viviendas construidas, su precio ha sido el pactado entre propietario y constructor, como es normal y lógico.
Termino, como comenzaba al principio, este ha sido uno de los proyectos realizados de los que más orgulloso me siento de los dieciséis años en que fui Alcalde de nuestro pueblo, a pesar de las muchas críticas que hubo, hay y habrá sobre la construcción de esta urbanización. Sin ninguna duda volvería a hacerlo.
Actualmente viven en la urbanización durante todo el año, noventa personas aproximadamente y en época estival, semana santa etc; Más de ciento cuarenta.
Para ver fotografías de la Urbanización, clicar el siguiente enlace.
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